"Hoy me han llamado a las 15:55, un niño como si fuera Germán... gritando diciendo que le habían secuestrado". Es una nota de audio en 'Whatsapp' de la supuesta madre de Germán que alerta del secuestro. "Que si no le hacían no sé cuanto... o que le vendían a las mafias rusas para los órganos", continúa.

Es el llamado bulo de los falsos secuestradores, que tiene hasta una segunda versión acompañada de una foto de los supuestos delincuentes. "Que en el grupo de Policía los están buscando... Se dedican a secuestrar niños", asegura esta supuesta madre.

Son bulos antiguos que se reinventan. A los grupos de madres y padres también está llegando una imagen falsa que alerta de droga camuflada dentro de golosinas. Todos tienen características similares. "Están redactados de forma atemporal para que se perpetúe en el tiempo y con un español neutro que se pueda propagar en Latinoamérica y en España, hacen referencia a fuentes oficiales secundarias y, sobre todo, piden su reenvío", explica Víctor Fernández, portavoz de la Policía Nacional.

El clásico bulo de la estafa telefónica asegura proceder de una fuente oficial, pero nada más lejos de la realidad. Ni lo manda la OCU, ni nos van a quitar 1.500 euros. Y cada vez que se produce un atentado terrorista, es habitual recibir mensajes que nos aconsejan no ir a grandes superficies, ante el riesgo de un ataque.

Hay bulos realmente difíciles de creer. Uno incluso asegura que si damos las largas a un coche que no lleva luces, seremos perseguidos por él. La Policía insiste en poner freno a estos mensajes falsos, que en ningún caso tienen un respaldo oficial.