Según un estudio que publica Genome Research el esqueleto tiene el ADN de una humana moderna con la mezcla de ancestros nativos americanos y europeos por lo que se cree que naciera cerca del sitio donde fue encontrada, la región andina habitada por los indios chilotes.

Los resultados del ADN no solo ponen fin a la fábula sobre los orígenes extraterrestres de Ata” sino que el descubrimiento podría conducir al desarrollo de posibles tratamientos para personas con problemas óseos.