Diseccionamos uno de los
cigarrillos antes conocidos como "light" (ahora se llaman neutros): los agujeros de
ventilación del filtro, pensados para que al aspirar dejen escapar un
porcentaje de tóxicos, son el segundo responsable de que aumenten los casos de
adenocarcinoma pulmonar, según un estudio dirigido por un doctor estadounidense.
Se trata del cáncer de pulmón que más aumenta.
El primer responsable es
el fumador. "Lo que hacen es dar caladas más profundas, con lo que estas
sustancias cancerígenas llegan a la periferia del pulmón", explica el doctor
José María Carreras. Creemos que tenemos entre los dedos un producto menos
dañino, más light, cuando lo único que se aligera al fumarlo es nuestro
sentimiento de culpa.
Cuando lo fuma alguien
acostumbrado a un cigarro de los de toda la vida, se le va la vida en ello: tendemos
a aspirar más fuerte para sortear los agujeros del filtro y saciar nuestra
necesidad de nicotina.