Todo ello ha provocado que sean seleccionados como finalistas al Premio a la innovación en la mayor feria europea de productos para la autonomía y la movilidad para las personas con discapacidades, cuya entrega se celebrará mañana en Naidex (Reino Unido).

El origen de las muletas, hechas de fibra de carbono o aluminio, se remonta al accidente del avión de Spanair que tuvo lugar en el aeropuerto de Barajas en el 2008 y en el que sobrevivieron 19 personas, entre las cuales está el ingeniero madrileño Rafael Vidal Rodríguez, creador de la empresa.

Vidal recuerda la "incomodidad después de un uso prolongado" de las muletas clásicas y que, además, "no eran estéticas". Este ingeniero también ha destacado que, en momentos de enfermedad, estas herramientas se convierten en un "apéndice" del cuerpo.

"El componente psicológico de las personas es muy importante", ha señalado Vidal, quien ha asegurado que no es lo mismo "despertarse y coger dos hierros que disponer de una pieza ligera con diseño deportivo, discreto y elegante".

Esta patente mundial se trata de una única pieza curva, a lo largo de la cuál se regula un asa y que incorpora una correa que facilita la sujeción, así como una empuñadura acolchada que se puede ajustar al juego articular de la muñeca de cada persona.