20 parques eólicos al lado de casa. Un paisaje poco idílico que beneficia a Mirta y a los 600 vecinos del Ayuntamiento lucense de Muras que no pagan la luz.

Llevan sufriendo el ruido y el impacto visual de los molinos desde los años 90. El Ayuntamiento ha decidido que es hora de compensarlos. "La factura de la luz ya no preocupa tanto", explica Mirta.

El alcalde, del BNG, destina el millón y medio de euros de los impuestos que cobra a las empresas eléctricas a los vecinos.

"Lo que no podemos permitir es que empresas se dediquen a explotar los recursos naturales y que esto no revierta en el pueblo", afirma Manuel Requeijo, alcalde de Muras.

381 molinos de viento se han instalado en Muras. En algunos casos, muy próximos a viviendas, a tan sólo 400 metros.

Abel es ganadero. Su granja gasta cientos de euros al año en electricidad. El Ayuntamiento lo bonifica con 500, el máximo legal. Las ayudas están vinculadas a la renta.

Muras ha sido pionero en esta iniciativa. El viento se ha llevado con él las facturas de la luz.