El 92% de la población mundial vive en lugares donde los niveles de calidad del aire exceden los límites fijados por la OMS, ha alertado el organismo.

La OMS ha presentado un informe en el que evalúa la calidad del aire a la que está expuesta la población mundial y cuantifica las enfermedades y muertes derivadas de esta contaminación. Los datos son los más detallados jamás publicados por la OMS, que usa cifras procedentes de mediciones por satélite, modelos de transporte aéreo, y de monitores de estaciones terrestres en relación con más de 3.000 ubicaciones en 103 países, tanto rurales como urbanas.

El informe ha confirmado el dato revelado en estudios anteriores de que 3 millones de muertes al año ocurridas en 2012 -las cifras disponibles más recientes- han estado relacionadas con la exposición a la contaminación exterior.

No obstante, ha rebajado la cifra de muertes globales por contaminación -tanto exterior como interior- y la deja en 6,5 millones, cuando en informes anteriores la situaba en 7 millones. Entre las principales fuentes de contaminación del aire han figurado los modelos ineficaces de transporte, la quema de combustible en los hogares y la quema de desechos, las centrales eléctricas y las actividades industriales.

El informe no ha hecho un ránking de los países más contaminados ni de los que menos, se ha limitado a decir que las regiones donde la calidad del aire es peor son las del Sudeste Asiático, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental.

Con respecto a las zonas menos contaminadas, el texto ha indicado que tres cuartas partes de la población de los países con altos ingresos de las Américas, así como un 20% de la población que vive en naciones de ingresos medios y bajos de la misma región han vivido en lugares con la calidad del aire considerada correcta.

Una situación que también se da en menos del 20% de los países europeos y los países ricos del Pacífico occidental.

Por ejemplo, el informe ha indicado que en España en 2012 hubo 6.860 muertes atribuidas a la mala calidad del aire, lo que representa 7 muertes por 100.000 habitantes, una proporción igual a la de Estados Unidos, pero mucho mayor al 0,2 registrado en Suecia o al 0,3 en Nueva Zelanda.

El 94% de las muertes se deben a enfermedades no transmisibles, sobre todo a enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, neumopatía obstructiva crónica y el cáncer de pulmón.

La contaminación del aire también aumenta el riesgo de infecciones respiratorias agudas.