Este es el aspecto de un tumor maligno. Los fármacos actuales pueden atacar a las células activas, las que se mueven y multiplican, en las zonas 1 y 2 en la pantalla. Lo complicado es detectar a las llamadas células durmientes, como esa que no se mueve, justo encima del número 3.

"Las células durmientes se esconden en el cuerpo y son las responsables de las recaídas del paciente", explica Héctor G. Palmer, investigador principal del Grupo Células Madrid.

Eran indetectables y resistentes a los tratamientos hasta ahora. Después de 10 años de investigación, un equipo del Vall d'Hebron Instituto de Oncología las ha logrado identificar. Han descubierto que la encima TET2, es la responsable de mantener dormidas a las células cancerígenas.

Ahora se puede detectar con precisión quién tiene una mayor riesgo de volver a padecer un tumor y estiman que en cinco años habrán desarrollado un fármaco que logre anular la función de esa enzima, eliminando la posibilidad de recaídas. Toda una puerta abierta para la esperanza.