La experta ha informado de que los síntomas que con mayor frecuencia describen los hombres son náuseas y vómitos, repulsión a algunos olores y comidas, apetencia por ciertos alimentos (los famosos antojos), problemas intestinales y malestar estomacal, dolores de espalda, aumento o pérdida de peso, ansiedad, irritabilidad, cambios de humor o cansancio.

De hecho, en diversos estudios se ha puesto de manifiesto que entre el 10 y el 65% de los hombres que van a ser padres presentan muchos de estos síntomas del síndrome de Couvade. "Sin embargo existe controversia entre las explicaciones. Lo que más peso parece tener es el fuerte estrés que se experimenta, y el grado de implicación del hombre con su pareja. El estrés intenso y sostenido en el tiempo da lugar a cambios bioquímicos en el cuerpo que pueden ser los responsables de muchos de los cambios hormonales y también psicológicos", ha puntualizado.

También es muy común que los hombres ganen algunos kilos durante la espera de su nueva paternidad. En este caso, la psicóloga ha comentado que algunos que pueden provocar un aumento de peso con, por ejemplo, el acompañamiento de la pareja en algún antojo, el estrés o la ansiedad producidos por la paternidad, así como la disminución de la práctica de ejercicio físico.

Una vez llega la hora de cambiar pañales, dormir poco o echar de menos la música para adultos, todo se ve desde una perspectiva diferente, ya que, ser padre cambia la vida. "Los hábitos que más cambian son el sueño, las actividades sociales y las de ocio. Además, los horarios se ajustan a los de los hijos por lo que toda la rutina se organiza a raíz de las actividades de los pequeños de la casa", ha recordado la experta.

Por ello, ha destacado la importancia de conservar alguna actividad agradable propia, seguir teniendo algo de tiempo para invertir en uno mismo y no abandonar los momentos en los que la pareja pueda estar sin los hijos.