Prácticamente desde el nacimiento de los establecimientos de comida rápida se ha puesto en duda la higiene y la calidad de los productos que venden estos comercios. Si bien siempre aparecen contradicciones entre las versiones de las marcas o negocios minoristas, que aseguran que sus productos cumplen los estándares de calidad que fija la ley, y los estudios científicos, un nuevo análisis inclina la balanza en favor de los expertos en la investigación de la calidad de este tipo de comida.

En esta ocasión, Clear Lab, un laboratorio radicado en Los Ángeles, California, ha llevado a cabo una investigación con el objetivo de conocer al detalle la calidad de los productos que se exponen en los establecimientos de comida rápida. Haciendo uso del análisis de ADN a 258 hamburguesas, 79 procedentes de compañías de marca y 22 de negocios minoristas, se pudo comprobar la composición del producto.

El resultado parece estar lejos de la realidad que presentan estas cadenas y locales. En muchos casos se superaban las calorías anunciadas en el etiquetado, problemas de sustitución e higiene. Esto es, en tres de las hamburguesas analizadas se hallaron restos de ADN de rata; en una de ellas, restos de ADN humano.

También, se hallaron restos de carne en hamburguesas que eran vendidas al consumidor como vegetarianas. Incluso, se encontraron concentraciones de patógenos en hasta 11 muestras analizadas en el laboratorio. En cualquier caso, la cantidad de contaminación encontrada en cada hamburguesa analizada estar dentro de los límites legales, por lo que su consumición, si bien parece ser antihigiénica, no supondría un problema de salud pública.