Un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), del Instituto Europeo de Diseño (IED), de ESADE y de dos universidades italianas, han diseñado una red eléctrica portátil para facilitar que los campos de refugiados tengan acceso al suministro eléctrico de manera segura y equitativa.

Los estudiantes universitarios se decidieron a atajar el problema del abastecimiento eléctrico, un problema "transversal" en los campos, porque "al solucionarlo resolvíamos otras dificultades" derivadas de la falta de energía, según ha explicado el estudiante del IED Federico Abascal, miembro del proyecto.

Los nodos, que se pueden redistribuir para adaptar la estructura de la red según las necesidades de cada campo y contexto, son los puntos desde donde se distribuye la electricidad a las tiendas, también a través de conexiones sencillas. "Añadir un nodo o una conexión a una tienda es tan fácil como conectar un enchufe", ha dicho el estudiante de la UPC Albert Villalobos, que se ha encargado del diseño científico.

Otra de las innovaciones del proyecto es que los nodos incorporan un sistema de inteligencia que autorregula la distribución eléctrica, de manera que los centros hospitalarios o las escuelas reciben electricidad de manera prioritaria, mientras que el resto se reparte equitativamente.