Sequía, incendios... el medio ambiente ha despedido un 2017 marcado por el cambio climático, pero también por algunos logros.

En 2017 se cerró definitivamente la central nuclear de Garoña y casi 200 municipios se declararon libres de glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo y que podría ser tóxico y alterar nuestro comportamiento hormonal.

Sin embargo, la asignatura pendiente siguen siendo las energías renovables. "Los combustibles fósiles los tenemos que dejar bajo tierra, tenemos que abandonarlos ya", explica Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción.

El calentamiento global dejó seis meses de verano con una intensa sequía: cultivos arrasados, embalses vacíos y restricciones de agua.

Esto unido a las altas temperaturas ha hecho de 2017 un año nefasto en cuanto a incendios. 53 grandes incendios forestales le han convertido en el peor del último decenio. 2017 deja un total de 177.000 hectáreas quemadas.

Mejorar la gestión forestal, de los residuos y de las aguas son algunas de las tareas pendientes para 2018.