Se trata de la primera
vez que se determinan los mecanismos genéticos asociados al cambio de sexo, de
macho a hembra, del pez payaso, informa un comunicado remitido por el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según los investigadores
Laura Casas y Fran Saborido del CSIC, este fenómeno se produce cuando fallece
el ejemplar hembra de una pareja y el macho empieza a registrar cambios
neuronales controlados genéticamente a nivel del cerebro.
Esta transformación se
transmite posteriormente a las gónadas, donde los cambios histológicos y de
expresión génica se detectan a las tres semanas de la desaparición de la
hembra, y llevan en el último término a la transformación de los testículos en
ovarios.
Los investigadores
concluyen que este hecho contribuye a que la especie se adapte y sobreviva,
gracias a la formación de una nueva pareja reproductora sin moverse de su
anémona, que les proporciona refugio y con la que mantienen una relación
simbiótica.
El pez payaso
(Amphiprion bicinctus) es una especie hermafrodita protándrica (cambio de sexo
de macho a hembra) en la que cada familia está conformada por dos o más
individuos con una jerarquía social basada en el tamaño, donde solamente los
dos más grandes son maduros y monógamos, siendo la hembra la dominante.
Casas y Saborido apuntan
que los resultados de su estudio abren la puerta a nuevas líneas de
investigación con el pez payaso, como determinar si la aceleración del
crecimiento en los machos se produce antes, durante o después del cambio de sexo
o si este proceso se ve afectado por cambios medioambientales.
Este último aspecto
ayudaría a predecir los efectos del cambio climático sobre la supervivencia de
ésta y otras especies hermafroditas. Además, este estudio ha dado pie a una
colaboración estable entre el Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC,
con sede en Vigo, y el Red Sea Research Center, centrada en el desarrollo de
una línea de investigación sobre el cambio de sexo en especies hermafroditas,
como las maragotas o los besugos.
Ambos explican que
numerosas especies marinas comerciales son hermafroditas, y la mayoría se
encuentran sobreexplotadas, por lo que indagar en sus patrones sexuales es
fundamental para diseñar y llevar a la práctica una estrategia óptima de pesca
sostenible que tenga en cuenta el patrón de cambio de sexo.