Rafael Vidal Rodríguez y Miguel Capiello, fundadores de IndesMed, detectaron a base de investigación y experiencia propia que las muletas que se ven obligadas a llevar miles de personas suelen ser pesadas, feas, incómodas y pueden causar complicaciones como tendinitis en las manos.

"Me di cuenta de que en general, en la ortopedia parece que vale todo, nadie cuida la estética ni la funcionalidad ni nada y además se vende todo a precio de oro. Yo buscaba algo más cómodo y que fuera estético", explica Rafael Vidal.

La idea era que las muletas se pudiesen llevar "como un complemento" y resultasen cómodas y ligeras. En 2011 ya tenían el producto, las primeras muletas del mercado fabricadas en fibra de carbono, que según explica, "no se utilizaba entonces para la ortopedia, quizá porque se pensaba que era innecesario".

Vidal explica que las muletas tienen otra particularidad: no producen tendinitis. El diseño, que han patentado, se basó en un estudio sobre la posición de la mano para lograr "una postura neutra, en la que no se fuerce" y por tanto no se dañe. Se ofrecen en colores vivos, como el naranja o el morado, lo que "influye mucho a nivel psicológico".

Las primeras se vendieron en el extranjero, donde creyeron que era una empresa alemana, algo que según afirma, siguen pensando muchos de sus clientes.

A partir del 27 de marzo, presentarán sus productos en Naidex, la mayor feria europea de productos para la autonomía personal de personas con discapacidades, en Birmingham.

La organización ha seleccionado las muletas españolas como candidatas al Premio de Innovación, que reconoce "la idea más innovadora que haya abierto nuevos caminos se destaca de la competencia por factores como el diseño, la operatividad y la efectividad".