Hace relativamente poco, la compañía 'SpaceX' logró que uno de sus cohetes volviera a tierra sano y salvo. Tras varios fracasos, también han logrado una recuperación en pleno océano. La era de los cohetes reutilizables supone, primero, una revolución económica. "El coste grande que existe dentro del cohete es el motor, que es lo que estamos recuperando", explica Miguel Ángel Molina, director de Desarrollo en Aeroespace GMV.

Reducir costes con naves reutilizables es lo que ya probó con éxito Amazon. Su proyecto 'Blue Origine' está enfocado al turismo espacial. Ahora, con 40 millones, se puede ir una semana a la ISS y, por 200.000 euros, uno puede dar un paseo espacial de 15 minutos.

"El futuro cercano podría ser que, en lugar de costarte 200.000 te cuesta 5.000 y que lo mismo que la gente se saca un billete para ir a Nueva York, se lo saque para hacer turismo espacial", comenta Miguel Belló, director Gerente Elecnor Deimos.

Los cohetes reutilizables también pueden evitar que esta basura espacial siga creciendo. "No hay elementos móviles que da alguna manera yo pueda perder durante el lanzamiento, de tal forma estamos mejorando el efecto sobre la basura espacial", señala Ángel Molina.

Según algunos expertos, estas naves de varios usos podrían ser el inicio de los viajes tripulados a Marte. "Eso será posible si antes hemos podido montar una nave allí, ha podido estacionar, quedarse en vertical  y poder lanzarse otra vez", comenta Javier Gómez-Elvira, director del Centro de Astrobiología CAB-CSIC-INTA.

Hace 40 años, la NASA ya trabajaba en recuperar su tecnología espacial. Ahora, casi medio siglo después, las compañías privadas lo han logrado del todo.