Las imágenes han sido publicadas por National Geographic y corresponden a una misteriosa región que rodea el agujero negro que se conoce como el horizonte de los sucesos, según ha explicado Vicent Fish, uno de los científicos del Observatorio Haystack de Massachusetts implicado en el descubrimiento.

Fish ha señalado que la información obtenida y las imágenes registradas deben de ser procesadas por el equipo para averiguar si tanto esfuerzo realmente ha merecido la pena. "Son el último punto final del espacio y el tiempo y pueden representar el límite máximo de nuestro conocimiento", ha declarado el astrónomo Heino Falcke de la Universidad Radboud en Nijmegen, en Holanda.

"Estas imágenes demostrarán que los agujeros negros no son un mito sino algo concreto que podamos estudiar", ha añadido Falcke. Este descubrimiento ha sido posible gracias a muchos años de planificación y cooperación entre científicos internaciones y una red de observatorios extendidos desde las montañas más altas de Hawái hasta el helado Polo Sur.

La red recibe el nombre de 'Event Horizon Telescope' y tenía como objetivo fotografiar dos agujeros negros. El primero recibe el nombre de Sagitario A y se encuentra en el corazón de la Vía Láctea; el segundo, un agujero negro de mayor tamaño que el anterior, se encuentra en el núcleo de la galaxia M-87.

Las imágenes han sido captadas gracias a la creación de un telescopio virtual tan grande como el planeta según ha explicado el propio Falcke, que ha señalado que sólo tienen pruebas circunstanciales de que los agujeros están escondidos en el corazón de cada gran galaxia del universo y que aún queda mucho por investigar.