Apple ha tenido que salir a dar explicaciones en China tras conocerse que su socio taiwanés, Foxconn, empleó a estudiantes de manera irregular para la fabricación del iPhone X.

"En una reciente auditoría descubrimos que estudiantes trabajan horas extra en una instalación de proveedores en China", apuntó la empresa en un comunicado en el que asegura haber comprobado que "los estudiantes trabajaron voluntariamente" y "fueron compensados", pero "no se les debería haber permitido trabajar horas extra".

La polémica surgió tras la publicación de un reportaje en 'Financial Times' en el que se aseguraba que al menos seis estudiantes fueron enviados a trabajar a la fábrica de iPhone X en Zhengzhou y que trabajaban 11 horas al día, una situación que viola las leyes laborales locales que impiden que los estudiantes trabajen más de 40 horas por semana.

"Apple se dedica a garantizar que todos en nuestra cadena de suministro sean tratados con la dignidad y el respeto que merecen", apuntó la compañía.

El iPhone X fue presentado hace unas semanas y, con un precio de salida de 1.000 dólares, es el teléfono inteligente más caro que ha sacado la compañía.