Hasta cinco mil euros por celebrar misa en las capillas de la Complutense. La Universidad se está planteando cobrar un alquiler a la iglesia por utilizar sus espacios de culto. Las tarifas variarían en función del tamaño de las salas y de la duración de los actos.

Las asociaciones religiosas se niegan a pagar por ir a misa. Mientras el campus negocia con el arzobispado el futuro de sus ocho oratorios, en el hall de la facultad de Geografía e Historia protestan por el cambio de ubicación de la capilla.

Denuncian que el nuevo lugar de culto elegido por la universidad es un aula de apenas 10 metros cuadrados y sin ventilación. La Complutense asegura que el traslado de la capilla se debe a necesidades docentes. Quieren convertirla en un aula para el próximo curso.

La asociación de abogados cristianos ha recogido 40.000 firmas en contra de este cierre y no descarta emprender acciones legales por vulnerar la libertad religiosa. Mientras se resuelve el conflicto, las misas y las vigilias seguirán celebrándose en el vestíbulo de la facultad a modo de protesta.